Articulos
Sondear la atmósfera
Los servicios meteorológicos han situado sus puestos de observación por toda la superficie de la Tierra e incluso sobre barcos estacionados en medio de los océanos. Sin embargo, no pueden contentarse con conocer los fenómenos observables en la superficie, sino que precisan también conocer lo que ocurre en la «troposfera», hasta una veintena de kilómetros de altitud. Tanto en la superficie como a grandes altitudes, los instrumentos empleados son los mismos: el termómetro, el barómetro y el higrómetro. Para sondear la atmósfera se confió, en primer lugar, los instrumentos a globos provistos de aparatos registradores. Por desgracia, estos globos sonda no podían ser recuperados hasta varios días después de ser lanzados, lo que significaba que sus observaciones llegaban demasiado tarde.
Debido a que los aviones llegan con grandes dificultades a altitudes muy elevadas, se ha inventado el radio sondeo. Este sistema se basa en que el globo meteorológico lleva, además de los instrumentos habituales, un emisor de radio que transmite automáticamente los resultados de las mediciones cada minuto (un minuto es el tiempo que tarda el globo en elevarse aproximadamente trescientos metros). Telémetros radioeléctricos o, aún mejor, radares situados en los puestos de observación permiten localizar las nubes, medirlas y calcular su velocidad en las capas altas que frecuentan los aviones comerciales. El mayor progreso data de 1960, con la aparición de los satélites meteorológicos. Estas grandes cajas redondas (1,5 metros por 0,5 metros) giran sin cesar alrededor de la Tierra, a setecientos u ochocientos kilómetros de altitud. Están provistos de cámaras de televisión que envían imágenes de la cobertura nubosa y, lo más importante, llevan un nuevo instrumento, el «radiómetro, que detecta y evalúa el calor por medio de la medición de los rayos infrarrojos, tanto los que recibe la Tierra como los que nuestro planeta emite.
Articulos
Moldear los plásticos
Desde tiempo inmemorial se utilizan materias plásticas naturales, como la arcilla de modelar, el asfalto o las resinas, que permiten obtener formas nuevas por presión o mediante un ligero calentamiento. Lo que en la actualidad llamamos «plásticos» son materias que no existen en la naturaleza, sino que se obtienen industrialmente mediante síntesis. Las primeras materias plásticas artificiales aparecieron hace aproximadamente unos treinta años. En la actualidad, se emplean más de mil productos diferentes. Al principio, los plásticos se obtuvieron a partir de materias naturales. Para fabricar celuloide, el primogénito de los plásticos, se plastificaba pasta de madera o celulosa con alcanfor.
Podían obtenerse diferentes formas por medio del calor: era termoplástico. Apareció después la galalita, que se preparaba con caseína y formol. Les sucedió la baquelita, que se obtenía a partir de una materia artificial plastificada por el formol y el fenol. La baquelita fue la primera de las resinas termoendurecibles, que mantienen su forma y se endurecen si se las calienta. Los nuevos plásticos proceden casi siempre de la hulla o del petróleo, y su precio de coste es poco elevado. Se les da forma por procedimientos simples. Primero son calentados y a continuación se moldean por compresión o por inyección, aunque también pueden depositarse sobre una superficie plana, como las películas de la industria fotográfica. Los plásticos más recientes son los politenos, para los radares, las siliconas, para los barnices, el nylon, cuya composición y cuyos usos son semejantes a los de la seda, y los poliésteres, que reforzados con fibra de vidrio sirven para carrozar los automóviles, los aviones y las naves espaciales.
Articulos
Hacer un tonel
Miles de pipas de madera, llamadas toneles, permiten almacenar, conservar y hacer madurar y envejecer, en madera, el buen vino y los alcoholes de calidad. Pese a la competencia de las cubas de cemento y de las cisternas metálicas, la tonelería industrial, y principalmente la de artesanía, continúan produciendo toneles de madera, desde los pequeños barriles hasta los enormes bocoyes. Los toneles están fabricados con tablas de madera ensambladas las unas con las otras, sin junturas especiales. La simple unión sin intersticios de estas tablas es suficiente para garantizar que el recipiente sea hermético, ya que la humedad, al hacer que se hinche la madera, se encarga de que los ensamblajes sean estancos.
El tonelero utiliza maderos verdes y los parte en el sentido de sus fibras para obtener unas planchas en bruto o tablas. Emplea madera de castaño o de acacia, pero prefiere el roble para los toneles de calidad. Después de un largo período de secado, hace con estas tablas las duelas para las paredes del tonel y las tiestas para los dos fondos de ensamblaje. Trabaja cada pieza con atención sobre la garlopa especie de cepillo largo y macizo invertida y mantenida en posición oblicua con ayuda de los pies; es decir, las tablas son las que se deslizan sobre la lámina cortante. Para mantener el ensamblaje de las duelas y las tiestas rodea los toneles con varias filas de aros metálicos bien ajustados y cerrados con fuerza. Los nombres y las capacidades de cada uno de los diferentes tipos de toneles varían en cada región productora de vino. Las capacidades suelen oscilar entre los 700 y los 60 litros de vino, aunque las cubas de cemento o de metal, recubiertas interiormente con un revestimiento especial neutro, pueden contener varias decenas de hectolitros de vino.
Articulos
Producir níquel
El níquel, aislado por primera vez hace dos siglos y fabricado desde hace cien años, es en la actualidad indispensable para la industria moderna no sólo por su excepcional resistencia a la corrosión, sino principalmente debido a las cualidades que confiere a todas sus aleaciones con los metales usuales, aleaciones cuyo número crece sin cesar desde los inicios de nuestro siglo. El níquel es un pariente cercano del hierro. Es poco abundante en la corteza superficial de la Tierra, pero se cree que es uno de los principales materiales componentes de su núcleo. Los grandes países productores de mineral son Canadá (más del tercio), el territorio de Nueva Caledonia y la U.R.S.S. Estos minerales son silicatos o piritas.
La extracción del metal exige procedimientos muy complicados para separarlo del hierro, del cobre y principalmente del cobalto, cuerpos con los que muy a menudo está asociado. El tratamiento de las piritas es el más fácil. Canadá, que es el país que las explota, es por esta razón el mayor productor de este metal en el mundo, seguido de bastante lejos por la U.R.S.S. El níquel raramente se emplea en estado puro, excepto para proteger al hierro, y desde hace poco al aluminio, en forma de una cobertura por chapeado en caliente o por electrólisis de una delgada capa de níquel asociado a cromo. La mitad de la producción se emplea en la fabricación de aceros inoxidables. Los más corrientes contienen un 18 por ciento de cromo y un 8 por ciento de níquel. Su fusión se realiza en hornos eléctricos. Estas aleaciones parecen insensibles a los cambios de temperatura, son tan duras y resistentes a 2.000° C como a 200° C y su dilatación es prácticamente nula, como la del «metal invan (64 por ciento de hierro y 36 por ciento de níquel). Debido a que son muy malas conductoras de la electricidad y muy magnéticas, estas aleaciones se emplean en la fabricación de resistencias eléctricas y de electroimanes.
-
BricolajeHace 2 años
Regar las plantaciones de manera adecuada
-
BricolajeHace 2 años
Como organizar un vivero
-
DeportesHace 2 años
Las carreras de relevos
-
ConsejosHace 2 años
Uso adecuado de los refrigeradores
-
Social MediaHace 2 años
Programar publicaciones en Instagram
-
PlatosfuertesHace 2 años
Croquetas de salmón (17 minutos)
-
BricolajeHace 2 años
Las Bocas de Dragon perfectas para los jardines de corte
-
DeportesHace 2 años
Salto de Trampolín