Articulos
Saber la hora
La palabra «hora» designa una duración. Se trata de la veinticuatroava parte del día solar medio es decir, del tiempo que emplea la Tierra en dar una vuelta sobre sí misma, Pero esta palabra designa también un momento preciso del día, de acuerdo con un número del 0 al 12 o del 0 al 24, que corresponde a las divisiones de los relojes. La hora es una unidad de tiempo en la vida corriente. Está dividida en sesenta minutos, y el minuto, a su vez, está dividido en sesenta segundos. Desde hace algunos años, el segundo se ha convertido en la unidad internacional de medida del tiempo. Se define, con una precisión jamás igualada, mediante las radiaciones del átomo de «cesio 133».
Existe la certeza de que esta radiación no sufre variaciones cualquiera que sea el lugar y la época en que se mida. En España, la hora por la que nos regimos es la hora oficial, la cual está una hora adelantada sobre la hora solar en invierno y dos en verano. En cada lugar es mediodía, o las 12, cuando el Sol está en su cenit: se trata de la hora local. Todos los puntos de la Tierra situados sobre el mismo meridia no tienen la misma hora local, mientras que todos los demás tienen una hora diferente. Para que las comunicaciones sean más fáciles, se ha llegado a la convención de dividir la Tierra en veinticuatro husos horarios (el Sol tarda una hora en recorrer cada huso). Así, todos los territorios situados en el mismo huso horario adoptan la hora de su meridiano central. También se ha convenido que las horas se contarían a partir del meridiano de Greenwich, una pequeña ciudad cercana a Londres. Cuando en París son las 12 (hora solar), en Moscú, que está situado en el tercer huso horario hacia el este, son las 12+3 horas = 15 horas, mientras que, por el contrario, en Nueva York, situado cinco husos más al oeste, son las 12 -5 horas = 7 horas de la mañana.
Articulos
Predecir el tiempo
La experiencia enseña que, por ejemplo, el viento del oeste trae lluvia, y el del norte, frio todo depende de las regiones; por otra parte, la tradición asegura que cuando las cebollas tienen abundantes capas el invierno será riguroso. Sin embargo, sólo el servicio meteorológico nacional puede informar a los agricultores, a los marinos, a los aviadores o a los automovilistas, y prever, con bastante exactitud, el tiempo que hará en las cuarenta y ocho horas siguientes. Para prever el tiempo, el meteorólogo debe disponer de observaciones precisas sobre la temperatura del aire, su presión, su humedad, la fuerza y la dirección de los vientos y las cantidades de lluvia recogidas. Para ello dispone desde hace mucho tiempo de variados instrumentos: el termómetro, el barómetro, el higrómetro, el anemómetro y el pluviómetro. Sin embargo, también ha de saber dónde se forman las nubes, la naturaleza de las mismas, su importancia y a qué altura y en qué dirección las llevará el viento. Desde 1873 y gracias al telégrafo elétrico, los países del mundo pueden intercambiar sus observaciones. Se han multiplicado los puestos de observación tanto en la tierra como en la mar, en los desiertos y en las montañas más inaccesibles.
La meteorología dispone de globos sonda y de satélites muy perfeccionados. En París, por ejemplo, se reciben y se transmiten cada día más de quinientas mil observaciones, codificadas en grupos de cinco cifras. Pero esto no basta. Como los cálculos que deben efectuarse y los mapas que han de hacerse para predecir el tiempo exigian varios días de trabajo a grandes investigadores, los resultados, pese a ser muy ajustados a la realidad, siempre llegaban tarde. Por esta razón se ha recurrido a los ordenadores electrónicos. Los del Centro europeo, instalado en Gran Bretaña, permiten realizar las más complejas operaciones en pocos minutos. Pronto el meteorólogo podrá predecir el tiempo con diez días de anticipación.
Articulos
Moldear los plásticos
Desde tiempo inmemorial se utilizan materias plásticas naturales, como la arcilla de modelar, el asfalto o las resinas, que permiten obtener formas nuevas por presión o mediante un ligero calentamiento. Lo que en la actualidad llamamos «plásticos» son materias que no existen en la naturaleza, sino que se obtienen industrialmente mediante síntesis. Las primeras materias plásticas artificiales aparecieron hace aproximadamente unos treinta años. En la actualidad, se emplean más de mil productos diferentes. Al principio, los plásticos se obtuvieron a partir de materias naturales. Para fabricar celuloide, el primogénito de los plásticos, se plastificaba pasta de madera o celulosa con alcanfor.
Podían obtenerse diferentes formas por medio del calor: era termoplástico. Apareció después la galalita, que se preparaba con caseína y formol. Les sucedió la baquelita, que se obtenía a partir de una materia artificial plastificada por el formol y el fenol. La baquelita fue la primera de las resinas termoendurecibles, que mantienen su forma y se endurecen si se las calienta. Los nuevos plásticos proceden casi siempre de la hulla o del petróleo, y su precio de coste es poco elevado. Se les da forma por procedimientos simples. Primero son calentados y a continuación se moldean por compresión o por inyección, aunque también pueden depositarse sobre una superficie plana, como las películas de la industria fotográfica. Los plásticos más recientes son los politenos, para los radares, las siliconas, para los barnices, el nylon, cuya composición y cuyos usos son semejantes a los de la seda, y los poliésteres, que reforzados con fibra de vidrio sirven para carrozar los automóviles, los aviones y las naves espaciales.
Articulos
Hacer un tonel
Miles de pipas de madera, llamadas toneles, permiten almacenar, conservar y hacer madurar y envejecer, en madera, el buen vino y los alcoholes de calidad. Pese a la competencia de las cubas de cemento y de las cisternas metálicas, la tonelería industrial, y principalmente la de artesanía, continúan produciendo toneles de madera, desde los pequeños barriles hasta los enormes bocoyes. Los toneles están fabricados con tablas de madera ensambladas las unas con las otras, sin junturas especiales. La simple unión sin intersticios de estas tablas es suficiente para garantizar que el recipiente sea hermético, ya que la humedad, al hacer que se hinche la madera, se encarga de que los ensamblajes sean estancos.
El tonelero utiliza maderos verdes y los parte en el sentido de sus fibras para obtener unas planchas en bruto o tablas. Emplea madera de castaño o de acacia, pero prefiere el roble para los toneles de calidad. Después de un largo período de secado, hace con estas tablas las duelas para las paredes del tonel y las tiestas para los dos fondos de ensamblaje. Trabaja cada pieza con atención sobre la garlopa especie de cepillo largo y macizo invertida y mantenida en posición oblicua con ayuda de los pies; es decir, las tablas son las que se deslizan sobre la lámina cortante. Para mantener el ensamblaje de las duelas y las tiestas rodea los toneles con varias filas de aros metálicos bien ajustados y cerrados con fuerza. Los nombres y las capacidades de cada uno de los diferentes tipos de toneles varían en cada región productora de vino. Las capacidades suelen oscilar entre los 700 y los 60 litros de vino, aunque las cubas de cemento o de metal, recubiertas interiormente con un revestimiento especial neutro, pueden contener varias decenas de hectolitros de vino.
-
BricolajeHace 1 mes
Regar las plantaciones de manera adecuada
-
BricolajeHace 1 mes
Como organizar un vivero
-
DeportesHace 3 días
Las carreras de relevos
-
Social MediaHace 3 días
Programar publicaciones en Instagram
-
ConsejosHace 1 mes
Uso adecuado de los refrigeradores
-
PlatosfuertesHace 3 días
Croquetas de salmón (17 minutos)
-
BricolajeHace 3 días
Las Bocas de Dragon perfectas para los jardines de corte
-
DeportesHace 3 días
Todo sobre la Natación y competición