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los microbios y los virus

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Algunas enfermedades graves, así como otras más benignas, son provocadas por microbios, es decir, por un tipo de bacterias llamadas patógenas, que penetran y se desarrollan en el cuerpo humano y perjudican su salud. Si la acción de estos microbios no es combatida por el médico, pueden llegar incluso a destruir la vida, propagarse a otras personas y producir terribles epidemias. Ciertos tipos de microbios unos organismos vivos tan pequeños que para observarlos es necesario el uso de un microscopio son la causa de enfermedades graves, como la difteria, el tétanos, la tuberculosis, el cólera, la neumonía y muchas otras. Estas bacterias viven a expensas de las células del cuerpo y producen sustancias peligrosas, llamadas toxinas, que envenenan el organismo, debido a lo cual éste cae enfermo. 

El cuerpo reacciona y se esfuerza en combatir estos venenos y en destruir las bacterias. Por ello se tiene fiebre. Para ayudar a los glóbulos blancos de la sangre en su labor de destrucción de estas bacterias patógenas, el médico puede prescribir antibióticos, como la penicilina. Los virus son todavía más pequeños que los microbios, pero su acción es tan temible como la de éstos. Los de mayor tamaño son los que provocan la gripe o la viruela, pera existen ultravirus responsables de más de mil enfermedades (como el reuma, la rabia, el sarampión, etc.). Estos ultravirus son tan pequeños que haría falta alinear más de un millón de ellos, uno a lado del otro, para alcanzar la longitud de un milímetro. Cuando un virus penetra en una de nuestras células, se multiplica en ella. Los nuevos virus pasan entonces a otras células y terminan po infectar todo el organismo del enfermo No es posible conocer la forma de esto: virus más que con el empleo del micros copio electrónico, ya que miden menos de un quinto de milésima de milímetro.

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Hola, soy Arnold Figerar, un entusiasta del mundo 2.0. Te doy la bienvenida a mi blog, donde escribo sobre lo que me gusta, tecnología, bricolaje, recetas, historias de mi abuelo, en fin. Espero disfrutes del contenido

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Predecir el tiempo

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La experiencia enseña que, por ejemplo, el viento del oeste trae lluvia, y el del norte, frio todo depende de las regiones; por otra parte, la tradición asegura que cuando las cebollas tienen abundantes capas el invierno será riguroso. Sin embargo, sólo el servicio meteorológico nacional puede informar a los agricultores, a los marinos, a los aviadores o a los automovilistas, y prever, con bastante exactitud, el tiempo que hará en las cuarenta y ocho horas siguientes. Para prever el tiempo, el meteorólogo debe disponer de observaciones precisas sobre la temperatura del aire, su presión, su humedad, la fuerza y la dirección de los vientos y las cantidades de lluvia recogidas. Para ello dispone desde hace mucho tiempo de variados instrumentos: el termómetro, el barómetro, el higrómetro, el anemómetro y el pluviómetro. Sin embargo, también ha de saber dónde se forman las nubes, la naturaleza de las mismas, su importancia y a qué altura y en qué dirección las llevará el viento. Desde 1873 y gracias al telégrafo elétrico, los países del mundo pueden intercambiar sus observaciones. Se han multiplicado los puestos de observación tanto en la tierra como en la mar, en los desiertos y en las montañas más inaccesibles. 

La meteorología dispone de globos sonda y de satélites muy perfeccionados. En París, por ejemplo, se reciben y se transmiten cada día más de quinientas mil observaciones, codificadas en grupos de cinco cifras. Pero esto no basta. Como los cálculos que deben efectuarse y los mapas que han de hacerse para predecir el tiempo exigian varios días de trabajo a grandes investigadores, los resultados, pese a ser muy ajustados a la realidad, siempre llegaban tarde. Por esta razón se ha recurrido a los ordenadores electrónicos. Los del Centro europeo, instalado en Gran Bretaña, permiten realizar las más complejas operaciones en pocos minutos. Pronto el meteorólogo podrá predecir el tiempo con diez días de anticipación. 

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Moldear los plásticos

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Desde tiempo inmemorial se utilizan materias plásticas naturales, como la arcilla de modelar, el asfalto o las resinas, que permiten obtener formas nuevas por presión o mediante un ligero calentamiento. Lo que en la actualidad llamamos «plásticos» son materias que no existen en la naturaleza, sino que se obtienen industrialmente mediante síntesis. Las primeras materias plásticas artificiales aparecieron hace aproximadamente unos treinta años. En la actualidad, se emplean más de mil productos diferentes. Al principio, los plásticos se obtuvieron a partir de materias naturales. Para fabricar celuloide, el primogénito de los plásticos, se plastificaba pasta de madera o celulosa con alcanfor. 

Podían obtenerse diferentes formas por medio del calor: era termoplástico. Apareció después la galalita, que se preparaba con caseína y formol. Les sucedió la baquelita, que se obtenía a partir de una materia artificial plastificada por el formol y el fenol. La baquelita fue la primera de las resinas termoendurecibles, que mantienen su forma y se endurecen si se las calienta. Los nuevos plásticos proceden casi siempre de la hulla o del petróleo, y su precio de coste es poco elevado. Se les da forma por procedimientos simples. Primero son calentados y a continuación se moldean por compresión o por inyección, aunque también pueden depositarse sobre una superficie plana, como las películas de la industria fotográfica. Los plásticos más recientes son los politenos, para los radares, las siliconas, para los barnices, el nylon, cuya composición y cuyos usos son semejantes a los de la seda, y los poliésteres, que reforzados con fibra de vidrio sirven para carrozar los automóviles, los aviones y las naves espaciales.

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Hacer un tonel

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Miles de pipas de madera, llamadas toneles, permiten almacenar, conservar y hacer madurar y envejecer, en madera, el buen vino y los alcoholes de calidad. Pese a la competencia de las cubas de cemento y de las cisternas metálicas, la tonelería industrial, y principalmente la de artesanía, continúan produciendo toneles de madera, desde los pequeños barriles hasta los enormes bocoyes. Los toneles están fabricados con tablas de madera ensambladas las unas con las otras, sin junturas especiales. La simple unión sin intersticios de estas tablas es suficiente para garantizar que el recipiente sea hermético, ya que la humedad, al hacer que se hinche la madera, se encarga de que los ensamblajes sean estancos. 

El tonelero utiliza maderos verdes y los parte en el sentido de sus fibras para obtener unas planchas en bruto o tablas. Emplea madera de castaño o de acacia, pero prefiere el roble para los toneles de calidad. Después de un largo período de secado, hace con estas tablas las duelas para las paredes del tonel y las tiestas para los dos fondos de ensamblaje. Trabaja cada pieza con atención sobre la garlopa especie de cepillo largo y macizo invertida y mantenida en posición oblicua con ayuda de los pies; es decir, las tablas son las que se deslizan sobre la lámina cortante. Para mantener el ensamblaje de las duelas y las tiestas rodea los toneles con varias filas de aros metálicos bien ajustados y cerrados con fuerza. Los nombres y las capacidades de cada uno de los diferentes tipos de toneles varían en cada región productora de vino. Las capacidades suelen oscilar entre los 700 y los 60 litros de vino, aunque las cubas de cemento o de metal, recubiertas interiormente con un revestimiento especial neutro, pueden contener varias decenas de hectolitros de vino.

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